¿CUáNTOS TURISTAS CABEN EN BARCELONA? EN 2019 FUERON CASI 28 MILLONES

Por primera vez, Barcelona (1,6 millones de habitantes) tiene datos sobre sus visitantes nacionales e internacionales que nunca se habían cuantificado. El total de turistas que recibe (17,3 millones al año pernoctan en la ciudad). Dónde se alojan (casi la mitad, 9,5 millones en hoteles, pero casi cuatro millones en pisos turísticos). O los llamados excursionistas, que visitan un día la ciudad pero duermen fuera (10,5 millones). En total, casi 28 millones de visitantes. Son datos de 2019, el último de actividad normal antes de la pandemia, y forman parte de un estudio que el Ayuntamiento de Barcelona encargó por iniciativa del Consejo de Turismo y Ciudad. El trabajo consistía en medir qué capacidad de carga tiene la capital catalana. ¿Cuántos turistas caben? Y la respuesta de la Universidad de Girona es una completa radiografía (de dónde vienen, dónde se alojan, dónde se concentran, cuánto gastan, cuánta agua consumen, cuántos residuos generan) para que los políticos puedan decidir a partir de un concepto que gana enteros frente al de “capacidad de carga”. Es el “Límite de Cambio Aceptable (LCA)”: lo que los gestores de cualquier ciudad están dispuestos a modificar para que el turismo sea más sostenible.

“La respuesta a qué capacidad de carga tiene Barcelona... es que depende. No es la academia quien tiene la autoridad moral para dar una cifra. Facilitamos una foto y podemos estimar cómo cambiaría la ciudad en distintos escenarios”, argumenta el director del equipo que ha realizado el estudio, el geógrafo de la Universitat de Girona y miembro del Instituto de Investigación en Turismo, José Antonio Donaire. “Puedes decir que quieres turismo de calidad, pero que sepas que, al tiempo que subirá el gasto del turista, este consumirá más agua y energía. Cada tipología de turista cambia los engranajes. Es una decisión compleja, pero necesaria, las ciudades necesitan cambios, como todo; y que sean aceptables”, expone.

Donaire detalla cómo cuantificaron fenómenos a los que hasta ahora no se habían puesto cifras, como los excursionistas. “Los aspectos sobre los que no existen datos oficiales son estimaciones a partir de datos a los que hace años no se tenía acceso: por ejemplo, las empresas de telefonía que trabajan con el Ayuntamiento deben facilitar sus datos al consistorio, lo que permite, anónimamente, identificar si las personas que hay en un distrito son residentes (porque siempre están) o son visitantes, o si son internacionales o commuters (acuden a la ciudad regularmente para trabajar)”. Otras fuentes del estudio son la encuesta Frontur del INE (de movimientos turísticos en las fronteras, que revela cuántos visitantes internacionales llegan, en qué transporte y por qué motivo); la encuesta que hace el propio Ayuntamiento a los turistas, o los datos de la tasa turística (poblaciones y tipo de alojamiento). También se han valido de InsideAirbnb, un portal que captura datos públicos de Airbnb y que si bien no son 100% fiables (porque la compañía puede ocultar datos) permiten hacer estimaciones. Y una última fuente experimental, añade Donaire, son datos de aplicaciones utilizadas por los visitantes que utilizan geolocalizador. Para las densidades por zonas de la ciudad, se ha consultado también la Encuesta de Movilidad en Día Laborable.

17,4 millones de visitantes en seis tipos de alojamientos

Un total de 9,5 millones de turistas en hoteles (casi la mitad), 3,8 millones en pisos turísticos, 1,8 en casas particulares y 1,2 millones en albergues. Son las cuatro modalidades principales de alojamiento de los 17,4 millones de turistas que en 2019, un año récord, visitaron y durmieron en Barcelona. Otros dos alojamientos, más residuales son las pensiones (770.000 personas), y los apartahoteles (230.436).

171.000 turistas alojados al día

Un día medio en Barcelona hay unos 171.000 turistas alojados en la ciudad. La mitad en hoteles (80.451), seguidos de los que pernoctan en pisos turísticos (44.532), las casas particulares (25.877) y los albergues (11.103). El epígrafe de los pisos turísticos se refiere a viviendas de uso turístico, una categoría que incluye las legales (con número de registro de la Generalitat de Cataluña) y las ilegales (sobre las que la alcaldesa Ada Colau presume de haber cerrado “miles” tras un acuerdo con plataformas como Airbnb y la tarea de inspectores). El estudio considera “también relevante el peso relevante de visitantes que se alojan en albergues y pensiones”.

Excursionistas: 10,5 millones de turistas que no pernoctan en la ciudad

El estudio revela por primera vez datos sobre los turistas excursionistas, los que no pernoctan en Barcelona pero sí la visitan y comparten espacio con el resto de usuarios de la ciudad. Hay tres tipos de excursionistas. Uno, los turistas metropolitanos, que se alojan en alguno de los 35 municipios que rodean Barcelona (los 36 integran el Área Metropolitana de Barcelona). En 2019 fueron 2,4 millones de personas. Dos, los turistas excursionistas “en sentido estricto”, precisa el estudio, “son los que están alojados en otras marcas turísticas como la Costa Dorada, Costa Brava, Costa de Barcelona, y hacen una estancia en Barcelona”. Fueron 6,3 millones de personas. Y tres, los excursionistas cruceristas, son los que realizan una escala en la ciudad o han embarcado la noche antes de salir y han visitado la ciudad pero sin alojarse en ella. Fueron 1,7 millones de personas.

Más allá del turismo: 280.000 visitantes al día y 2,6 millones de personas en la ciudad

Además de las personas que acuden a Barcelona para hacer el turista (tanto si duermen como no en la ciudad), hay 80.000 personas que se desplazan a la ciudad desde otros puntos de Cataluña por motivos no laborales: comprar, hacer gestiones, ir al médico, visitar familiares, ocio... estos también son excursionistas, según el criterio de la Organización Mundial del Turismo (OMT). En Barcelona serían unos 77.000 en día laborable y 79.000 los días festivos, sábados o domingos. Solo por motivo de ocio serían 10.000 los laborables y 22.000 los festivos o fines de semana. Su presencia en la ciudad es casi tan cuantiosa como la de la suma de turistas que pernoctan (17 millones) y turistas que no pernoctan (turistas excursionistas, 10,5 millones). Los excursionistas según el criterio de la OMT serían 28,8 millones de personas, que elevan los visitantes a 56,7 millones. Y si a todos estos se suman los commuters (personas que trabajan de forma regular en la ciudad pero viven en otro municipio) y los barceloneses, el estudio concluye que Barcelona alberga a diario 2,6 millones de personas.

La densidad de turistas, concentrada en pocas zonas

El estudio muestra la “extremada” concentración de turistas en pocos distritos. Barcelona tiene una densidad turística media de 1.687 turistas por kilómetro cuadrado, que alcanza un máximo de 2.586. Contando el global de visitantes, la densidad media llega a 2.724 turistas por kilómetro cuadrado (y el máximo a 3.845). Pero estos son datos de ciudad, bajar de escala a los diez distritos da cuenta de la masificación turística que soportan los de Ciutat Vella (14.177 turistas de media por km2 con un máximo de 21.861) y el Eixample (6.551, con un máximo de 10.102). Otros dos superan la media: son Sant Martí (por las playas y la oferta del litoral, 2.302) y Gràcia (2.692). Sant Andreu y Nou Barris apenas superan los 100 turistas de media. “El principal indicador del desequilibrio territorial es la extrema concentración de la actividad en un distrito que creció entre murallas medievales y calles estrechas, Ciutat Vella”.

Consumo de agua y generación de residuos en función del tipo de alojamiento

El turismo es un gran consumidor de agua, sobre todo en los hoteles, espacios de gran afluencia o la restauración. El consumo global de agua en los alojamientos turísticos fue en 2019 de 10,7 millones de metros cúbicos de agua, según el estudio. Representa un 9% de los 96,5 millones de metros cúbicos consumidos en la ciudad. Así, cada turista consume 238 litros por noche vinculada al alojamiento, más del doble de los 107,3 litros por habitante. El dato del consumo de agua permite, además, observar que cuánta más categoría tiene un alojamiento, más gasto de litros por noche suma: 545 en un hotel de cinco estrellas; 237 en viviendas particulares, 207 en pisos turísticos, 146 en pensiones y 130 en albergues. En cambio, la relación entre los residuos generados y la categoría de los establecimientos es inversamente proporcional: 5,47 kilos por noche en los hoteles de cinco estrella, y 1,3 kilos por noche los hoteles de una y dos estrellas, las pensiones, apartamentos turísticos, albergues y casas particulares. En global, el sector turístico genera 79.000 toneladas de residuos sólidos urbanos, un 10,1% del total.

Turistas internacionales y cruceristas, campeones en emisiones

“El modelo turístico de Barcelona se caracteriza por una fuerte incidencia del turismo internacional, sobre todo de larga distancia. Esto explica el volumen de emisiones de los turistas internacionales, tanto en las llegadas por avión como en los recorridos de crucero”, afirma el estudio. A los cruceros se han asignado a Barcelona las emisiones de todo el recorrido de los que salen del puerto de la ciudad. La resto de visitantes tienen un volumen de emisiones muy reducido por la proximidad y por la utilización de medios de bajas emisiones. Las toneladas de CO2 son 8,6 toneladas en el caso de los turistas internacionales y de 2,9 millones los cruceristas. Cifras que están lejísimos de las 172.000 de los turistas nacionales, 38.409 los excursionistas, 27.779 de los turistas excursionistas, 2.878 los metropolitanos y los 995 que proceden de municipios catalanes.

Un gasto directo del 7,8% del PIB

El estudio apunta que “es el comportamiento del gasto del turista lo que permite dimensionar la actividad económica que genera su estancia”. El gasto directo de los turistas se puede estimar en unos 6.800 millones de euros, un 7,8% del PIB de la ciudad en 2019, que alcanza el 8,7% si se consideran los turistas excursionistas, y un 10,3% si se integran los excursionistas. Un turista puede incidir en el transporte (un taxi), en los servicios profesionales (un guía), en los servicios educativos (un seminario universitario), en el sector artesanal (si compra cerámica), en el ámbito sanitario (una revisión oftalmológica), en el sector inmobiliario (una segunda residencia) o en el financiero. De todos, la partida de alojamiento es la que tiene un valor medio más reducido. Y las diferencias, claramente, se producen entre tipologías y categorías. El gasto por visitante y día en el hotel duplica el gasto del resto de formas de alojamiento. Los albergues son el alojamiento más económico, con poco más de 34 euros por persona y día, sin contar con las estancias en casa de familiares y amigos.

Excursionistas, los turistas que no duermen en Barcelona

Seis horas en la ciudad. Sara (21), Michelle (22) y Mateo (26), son tres amigos y compañeros de trabajo que visitan Barcelona en solo seis horas. Italianos, están de crucero y esta es su penúltima parada en un viaje que dura unos 12 días. Caminan rápido para aprovechar al máximo la visita. Se dedican al sector del turismo y se escapan en vísperas al inicio de la temporada en su país. Visitarán “la Sagrada Familia, el monumento a Colón y las Ramblas”, aunque tienen “muy poco tiempo”. 

Escapada de un día desde la costa Brava. Viven en un pueblo dle norte de Francia pero tienen la segunda residencia en El Port de la Selva (Girona). Marie-Hélène y Jean Paul, Veronique y Herve son dos parejas de jubilados que visitan Barcelona durante un día. Se pasan dos semanas en su casa de vacaciones de la Costa Brava, pero este jueves han hecho una excepcioón. Es la segunda vez que visitan la ciudad en 10 años, y se muestran contentos con el bullicio de gente y las facilidades que han tenido para llegar a Barcelona, en tren. En un día visitarán la Sagrada Familia, la Casa Batlló, el Gòtic y Santa Maria del Mar.

Viaje de negocios a L’Hospitalet. Henrique y su hija pequeña, Bianca, dan un paseo con el cochecito por los alrededores de su hotel, el Renaissance Barcelona Fira Hotel, en Hospitalet de Llobregat. Son turistas brasileños, viven en São Paulo y es su primera vez en España. Acaban de llegar a la ciudad, pero vienen por motivos laborales: la mujer de Henrique, quien se encuentra dentro del hotel, participa en una convención. La familia se acercará a Barcelona durante los tres días que pasarán en la ciudad. Entre sus planes no faltan el Camp Nou y la Casa Batlló. 

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